Burgos, Castilla, a 2 de diciembre de 2017
La heráldica municipal es una disciplina que, si bien en ocasiones certera y verdaderamente representativa de una historia e idiosincrasia, a veces se torna arbitraria y llega a plasmar ideas que no se corresponden con la realidad histórica. La Asociación Castilla ha tenido noticia de la propuesta de escudo aprobada por el Ayuntamiento del Valle de Zamanzas (Burgos) y expuesta a información pública desde el pasado lunes 27 de noviembre 2017 en el BOPBUR.
Analizando el escudo propuesto, puede observarse que en el segundo cuartel se ha incluido un lábaro, en el mismo campo de gules junto al emblema de Castilla. Hay que tener en cuenta que el lábaro es el símbolo definitivo propuesto por el cantabrismo para representar una ensoñación cultural mitómana basada en la contra-identidad a Castilla, en la separación de Santander de sus provincias hermanas y con el que se pretende legitimar la existencia de la Comunidad Autónoma de Cantabria y las pretensiones de expandirla a las zonas culturalmente montañesas de las provincias limítrofes.
Así pues, este cuartel, lejos de representar a la par el legado conisco y castellano del municipio como se argumenta, es una declaración ideológica que define el municipio y la comarca como transitorio entre lo castellano y lo cántabro, cuando esta idea es contraria al devenir histórico e idiosincrasia de la zona. Es precisamente Cantabria o La Montaña, donde incluimos Las Merindades de Burgos y La Montaña Palentina, el área transitoria entre lo castellano y lo asturleonés, aunque históricamente castellana.
La creación del lábaro nace de la potenciación de un símbolo prerromano para el escudo de la nueva autonomía de Cantabria, ya que la base del mito regional cantabrista es la antigua Cantabria anterior a Roma, pasando por alto la Edad Media donde no existe ningún territorio histórico “cántabro” independiente a partir del denominado Ducado de Cantabria, aunque es el medioevo el verdadero definitorio de las actuales identidades de España.
Este símbolo se extrae de forma completamente arbitraria de las Estelas de Barros (Corrales de Buelna) aunque son muchas las estelas y discos solares que podemos encontrar en la provincia (Lombera, Zurita, Luriezo, Toranzo etc.) Y así queda reflejado en el actual escudo, ocupando el segundo cuartel del mismo y sustituyendo las montañas del anterior (que hacían referencia a La Montaña de Santander, antaño Montaña de Burgos).
Una vez modificado el escudo, se fue a por la bandera. La bandera vigente, la “polaca”, incluía el nuevo escudo, pero era un reflejo del pasado castellano de Santander como puerto de la Corona de Castilla; lleva el esmalte rojo de Castilla y el blanco de León.
A partir de aquí ADIC (Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria) diseñó una nueva bandera tricolor con los esmaltes azul (por el mar), verde (por los bosques) y gris (por las montañas), algo que les diferenciaba especialmente de la meseta (castellana). No tuvo mucho éxito, así que dieron el golpe definitivo con el denominado “lábaro”. Establecieron de Tertuliano y Minucio Félix una relación desprovista de base histórica entre el “lábarum” (estandarte asociado a los antiguos cántabros) y el “cántabrum” (estandarte de un colegio de soldados romanos) que era descrito como “en campo de gules un símbolo dorado”. Este símbolo se desconoce, no hay ninguna documentación que recoja su aspecto. Ante las ansias de recrear semejante estandarte ancestral pero frente a las lagunas históricas, calcaron el símbolo de la Estela de Barros que se estaba potenciando gracias al nuevo escudo y lo plasmaron en el lábaro como ese “símbolo dorado” que describían los textos clásicos. Poco a poco, la promoción del mismo fue expandiéndose y ahora se aboga por su institucionalización.
En definitiva, la Asociación Castilla lamenta la propuesta municipal y se opone, cuanto menos, a este segundo cuartel donde lejos de ser “inclusivo” es una primera declaración del expansionismo cántabro. Precisamente, mientras algunos defendemos la unidad mediante Castilla, otros establecen las mismas barreras que han empleado mediante las taifas autonómicas.