V Centenario de la boda de Juan Bravo y María Coronel en Bernardos (Segovia)

Almudena Rico / Agosto 2019

El pasado fin de semana la localidad de Bernardos, en Segovia, se convirtió por un día en un pueblo medieval, transportándonos a principios del siglo XVI.  El pueblo se engalanó con banderines y estandartes en ventanas y balcones para conmemorar, 500 años después, el enlace entre el ilustre Juan Bravo y su segunda esposa María Coronel.

La jornada comenzó a las 12 de la mañana con la recepción de visitantes y la apertura del mercado medieval. Ya por la tarde una exhibición de aves rapaces calentaba motores para el momento más esperado del día, la teatralización que con poco tiempo y mucho esfuerzo ha tenido ocupados durante el último mes y medio a los vecinos de esta pequeña localidad segoviana. 

Más de treinta actores aficionados del grupo de la Asociación Cultural y Deportiva Virgen del Castillo de la localidad, junto con la colaboración de vecinos del pueblo como figurantes, dieron vida durante casi dos horas a los personajes que fueron protagonistas de aquél momento histórico. Representaron en cinco escenas distintas el enlace matrimonial así como otros momentos de la vida de María Coronel y el comunero, como su ajusticiamiento en Villalar o el bautismo del abuelo de la novia ante la presencia de los Reyes Católicos. Finalmente se ofreció un ágape en el salón del ayuntamiento a todos los asistentes, cerrando la jornada la actuación del grupo de música antigua Vila Sirga.

Cabe destacar sin duda el gran esfuerzo que todos los vecinos y habitantes de Bernardos han realizado en muy poco tiempo, con pocos ensayos y mucho trabajo para preparar el vestuario y la escenografía. Objetivo más que superado.

 

Boda y alianzas

La boda entre Juan Bravo, capitán de las milicias segovianas, y María Coronel tuvo lugar en la localidad segoviana de Bernardos el 6 de agosto de 1519.  La boda tuvo un alto coste para esa época y como era tradición en Castilla, la unión se celebró donde vivía la novia.

Con anterioridad, el día 4 de agosto había tenido lugar la firma de las capitulaciones en las que se detallan los bienes que Juan Bravo recibía por parte de la familia Coronel. 

La familia de la novia, judíos conversos y ennoblecidos por los Reyes Católicos, poseían un extenso patrimonio en tierras y viviendas tanto en Bernardos como en los pueblos vecinos. Con el enlace matrimonial se establecieron importantes vínculos entre ambas familias, que sirvieron para tejer redes culturales, económicas y políticas. En palabras de José Ubaldo Bernardos, profesor de Historia en la UNED, “se crearon unas lealtades y unos vínculos que luego se harían efectivos en la Guerra de las comunidades, donde participaron del lado del bando comunero”.

 

Historia y personajes

Juan Bravo, capitán de las milicias segovianas, había enviudado cuatro años antes de Catalina del Río, su primera esposa e hija de un importante regidor segoviano.

María Coronel por su parte, era nieta de Abraham Seneor, rabí mayor de Segovia en tiempos de los Reyes Católicos. Importante miembro de la comunidad judía que había hecho su fortuna como financiero durante los reinados de Juan II y Enrique IV, adquiriendo una notable influencia en la corte de los R.R.C.C

Parte de los beneficios de sus operaciones fueron invertidos en propiedades rústicas e inmuebles situados principalmente en el Sexmo de Santa Eulalia de la tierra de Segovia, teniendo como lugar principal la localidad de Bernardos.  Convertido al cristianismo al igual que toda su familia y bautizado en 1492 con el nombre de Fernán Pérez Coronel, fue responsable de las finanzas de los R.R.C.C, con quienes tenía una estrecha relación.

Su casa se conserva intacta y en la actualidad alberga el Centro Cultural Sefardí de Segovia.

Uno de sus hijos, Íñigo López Coronel, siguió sus pasos siendo miembro activo en las compañías que arrendaban impuestos rurales en aquellos años, consolidando así el patrimonio en Bernardos y sus alrededores. 

Por este motivo María Coronel, su hija, conocerá este pueblo desde muy pequeña ya que la familia residía allí durante largas temporadas del año, hecho que se puede comprobar mediante las escrituras de arrendamiento que se establecen con labradores de la localidad y otras próximas a ella.

Después de la boda en 1519, María Coronel y Juan Bravo alternaron su vida entre la capital y el pueblo hasta la muerte del comunero tan sólo dos años después, en 1521 en Villalar.

Otros comuneros fueron condenados al destierro y a la confiscación de sus bienes por su participación en la sublevación, como fue el caso de su suegro Íñigo López Coronel o Francisco de Ruescas, escribano de la ciudad y muy próximo a la familia Coronel, por tanto asistente al enlace y cuyo testimonio del mismo será el más valioso de los que se conservan. Después de la Guerra de las Comunidades, la viuda pelea y recupera ante la justicia los bienes requisados a la familia tras la contienda.

Previamente a los actos en Bernardos, tuvo lugar una exposición documental en el Archivo Histórico de Segovia con el objetivo de dar a conocer la importancia de varios personajes y hechos de la historia de Segovia y Castilla. Han compuesto la muestra nueve paneles explicativos y una serie de documentos originales conservados por el Archivo, como escrituras de arrendamiento de tierras en Bernardos, compraventa de viñas, poderes, y el segundo testamento de María Coronel firmado en Segovia en 1531, que mantiene varias cláusulas del primero firmado en Bernardos en 1528, como es la de su entierro en el Monasterio del Parral.

Media docena de legajos originales vinculados a la historia de Segovia y su tierra, así como la relación de la familia Coronel con estos pueblos de la provincia.

La exposición de los paneles interpretativos (no así de los documentos originales dado su gran valor histórico) se podrá visitar durante los fines de semana del mes de agosto en el Ayuntamiento de Bernardos.