El pasado 29 de abril, el diario El Norte de Castilla, en su edición digital, publicaba un artículo en el que se hacía eco de un mal endémico de nuestros pueblos: la despoblación.
En este caso se centraba en la Sierra de Gredos abulense, una de las más castigadas de España.
Sus alcaldes denuncian la falta de recursos y la ausencia de inversión pública y de políticas de dinamización, lo que se hace patente en la reducción de servicios como el transporte o la atención sanitaria, y que tiene como consecuencia el cada vez menor interés de la población más joven por decidir asentarse en sus pueblos de origen.
Paralelamente, durante la Feria de maquinaria agrícola de Lerma, la Asociación de Pueblos Olvidados de Burgos repartía pasquines en los que denunciaban una situación similar.
En este caso ponen el acento en la falta de recursos tan básicos como la televisión o el teléfono móvil, tan necesarios en la era de la información digital como internet, e incluso la falta de agua potable en algunos pueblos.
Todo esto lo achacan a la desidia, apatía y connivencia tanto de las instituciones estatales y castellanas como de los partidos políticos de la oposición, y al desconocimiento que los diputados provinciales adolecen de los pueblos que representan.
Desde la Asociación Socio-Cultural Castilla queremos denunciar una vez más el estado de abandono de nuestros pueblos y la dejadez de nuestras instituciones, que permiten que un más que conocido mal de Castilla se siga produciendo y agravando.
Todo ello repercute no sólo en una falta de recursos, oportunidades y despoblación, sino también en un abandono de nuestro patrimonio cultural y medioambiental, cada vez más deteriorado, y que en muchas casos constituye nuestro principal atractivo turístico.
Asimismo queremos agradecer y reconocer la labor de asociaciones como la de los Pueblos Olvidados de Burgos que, a costa de su propio tiempo, esfuerzo y en ocasiones dinero, denuncian y hacen visible un mal que sufre no sólo nuestra tierra, sino muchos de nuestros vecinos como Aragón, León, Extremadura o Andalucía, y que de no ser por ellos pasaría aún más desapercibido de lo que ahora está.