por José María Lope Toledo
Cronista Oficial de La Rioja
La Excma. Diputación de Logroño nunca ha tenido un escudo peculiar. Desde su creación ha venido usando impropiamente las armas que son privativas de la ciudad de Logroño. Era natural que la Excma. Diputación de Logroño contara con su escudo peculiar, supliendo así este viejo e inexplicable defecto.
Animados los miembr
Realizada por el señor Lope Toledo la labor encomendada por la Diputación, la memoria fue sometida al informe de la Real Academia mencionada, por ser precepto legal, y emitido en un sentido totalmente favorable, se solicitó al Ministerio de la Gobernación la autorización correspondiente, que fue otorgada por Decreto de 5 de Abril, apareciendo en el Boletín Oficial del Estado de 16 de Abril de 1957.
Así ha nacido el emblema heráldico que, a partir de esta fecha, simboliza a la Excma. Diputación de Logroño, cuyo dibujo, descripción y explicación reproducimos seguidamente de la memoria elevada por el Cronista Oficial de la provincia, unánimemente aceptada por la Corporación y sometida a la superioridad con tan satisfactorio resultado.
Dice así:
Descripción
Un escudo partido, timbrado con la corona real cerrada. En la partición derecha (de oro el campo), la cruz roja de Santiago alzada sobre el monte Laturce, flanqueada por dos conchas de peregrino esmaltadas en plata y silueteadas de gules.
En la partición izquierda, sobre campo de gules, un castillo de oro con tres torres almenadas cabalgando en un puente mazonado de sable, bajo el cual discurre un río en plata. En la bordura, que trae de azur, tres flores de lis en oro.
Explicación
En la partición derecha, formando el franco cuartel con las piezas de mayor consideración, campea la Cruz de Santiago, que se yergue sobre el Monte Laturce, escenario de la aparición del Apóstol y lugar de la batalla de Clavijo. Ambos sucesos (la aparición y la batalla), han venido a constituir como el nervio de la vida social, política, militar y religiosa de la España de las pasadas centurias, los siglos de mayor esplendor y gloria, como de la España de nuestros días. Si los Reyes de España se han intitulado siempre Alféreces y Caballeros Hijos de Santiago, si los pueblos españoles penden, aún hoy, al Apóstol su tributo, es porque más atrás, en las páginas de la Historia, está la victoria de Clavijo, ceñida de laurel. Siendo tan antiguo el patronato de Santiago sobre los reinos de España, nuestro pueblo, sin embargo, no concibe a su celestial patrón si no es jinete en blanco corcel, vendaval de la morisma, cabalgando en la foscura del paisaje de Clavijo. Y a Clavijo vuelven sus ojos los artistas cuando pretenden reproducir el momento culminante de la batalla en los millares de imágenes ecuestres del Apóstol, que se veneran en toda la geografía de la Cristiandad. De esta suerte, el nombre de Clavijo (y de La Rioja) resuena hasta en los más apartados rincones del mundo, porque en Clavijo convergen espontánea y admirablemente el tributo de las cien doncellas, el diploma, la invocación bélica, el voto, el patronato, la batalla y la aparición del Apóstol.
Pero aún hay más. Si todos los caminos van a Roma (como reza el adagio popular), los de La Rioja llevan a Santiago. Desde los siglos del medievo por aquí se destacaba el Camino Real Francés, vial de peregrinos. Las gentes de Europa discurrían por esta vieja ruta que, viniendo del Reino de Navarra, atravesaba estas tierras para después saltar a Burgos, trasponía León y entraba en Santiago por los verdes montes de Lugo. De ahí que esa Cruz de Santiago (el Apóstol capitán), aparezca flanqueado con esas dos veneras, «signa beati Jaecobi, quae conchae apellantur.»
En la partición izquierda se muestra la innegable herencia castellana de la provincia. Así lo acredita el castillo (oro en campo de gules) y su disposición, todos los partidos judiciales lo tienen en sus blasones, el castillo se repite en todos salvo uno: Calahorra. Alfaro, Arnedo, Cervera de Río Alhama, Logroño, Haro, Santo Domingo de la Calzada y Nájera presentan una torre en sus escudos, señal de defensa y salvaguarda. El castillo se asienta en el paso que sobre el río Ebro forma el puente de San Juan de Ortega, marcando la frontera histórica entre Navarra y Castilla.
Explicación de la bordura
por Asociación Socio-Cultural Castilla
La bordura