Los dragantes de Castilla

La Banda Real de Castilla, más conocida por «los dragantes de Castilla», es una enseña de uso castrense cuyo empleo evidenciaba la presencia del monarca castellano en batallas y otros acontecimientos políticos y militares.

El símbolo tiene su origen en Roma, ya que es conocido el empleo de lobos-dragantes (banda con cabezas de lobo, debido a que el lobo era el animal símbolo de Roma por la historia de Rómulo y Remo) en el manípulo o bastón de mando de las legiones romanas.

Los dragantes de Castilla en el Monasterio de El Paular (Rascafría, Madrid)

Los primitivos Condes de Castilla desde el siglo IX emplearon como distintivo personal una banda de oro (amarilla) sobre fondo de gules (rojo). Las cabezas zoomorfas o dragantes que sostienen la banda pueden representar mitológicos dragones o sierpes que los castellanos del primitivo condado creían escondidos en las agrestes montañas cántabras.

Sin embargo, la creación oficial de este símbolo es más tardía, ya que fue el Rey Alfonso XI el Justiciero quien, en 1332, recogió la enseña oficialmente y creó la Orden de la Banda, formada por caballeros a los que se concedía el derecho a llevar adornos de oro y plata por ser caballero de la Orden de la Banda. La orden era de tipo laico y caballeresco, una de las primeras de este tipo tras la creación de la Orden de San Jorge en Hungría en 1326 (siendo esta la primera orden secular de caballería). La Orden se considera extinta hacia 1474, pero la enseña de los dragantes como símbolo de la presencia del Rey continuó empleándose por los reyes posteriores.

Banda Real de Castilla