El proceso autonómico en Castilla la Vieja: Logroño

 

Texto del vídeo

El nombre de Logroño, dado a la provincia riojana en la reforma de Javier de Burgos, no fue cuestionado en casi siglo y medio de vigencia. La cuestión de la autonomía para la provincia de Logroño saltó a la calle durante los últimos meses de 1976, de la mano de una pregunta lanzada por los medios de comunicación: «¿Debe nuestra provincia llamarse La Rioja?»

Tras las primeras Elecciones Generales de 1977 la cuestión de la «regionalización» se convirtió en un tema estrella. En esos día se pronunción Javier Luis Sáenz Cosculluela, Secretario Provincial del PSOE riojano: «Los límites territoriales de la nueva Comunidad Autónoma no deben superar los de la actual provincia de Logroño. Los riojanos tenemos que negarnos, de partida, a la integración con Castilla. Si La Rioja carece de posibilidades de autogobierno debe unirse a la Comunidad Vasco-Navarra.»

Los parlamentarios electos en la Rioja de UCD, PSOE y AP formaron en Octubre de 1977 la Asamblea de Parlamentarios de La Rioja, con el objetivo de estudiar las posibilidades autonómicas de la provincia. Las primeras decisiones de la Asamblea de Parlamentarios fueron apoyar el cambio de nombre de la provincia, pasando a denominarse «La Rioja» en lugar de Logroño; pedir una audiencia inmediatamente con el Ministro para las Regiones, Clavero Arévalo, para notificarle los deseos de los riojanos de ser autónomos; y defender la especificidad de La Rioja como región con personalidad propia.

El fervor político dio paso pronto a las iniciativas sociales: la «Asociación de Amigos de La Rioja» y el «Colectivo Riojano» fueron los primeros en iniciar una campaña de concienciación autonomista. A primeros de Enero de 1978 se realizaron en las distintas cabeceras de comarca de la provincia una campaña de «afirmación riojana» en este sentido.

El periodista riojano Manuel de las Rivas se atrevía a resumir cuál era la situación en estos momentos sobre la autonomía de La Rioja: «El PSOE defiende La Rioja unida al País Vasco (la izquierda así nivela el voto del PNV en esta Comunidad), AP exige una provincia-región y si no unirse con Castilla (porque teme la vasquización de La Rioja), UCD no se sabe lo que defiende, y ¿El pueblo? Pues aguantando lo que digan los partidos.»

Sin embargo, no había manera de convencer a Clavero, Ministro para las Regiones, ni al Gobierno central. Para colmo saltó el rumor de que Clavero y la UCD tenían la intención real de mantener a Logroño en Castilla la Vieja, uniendo ésta con León. El revuelo en la provincia riojana fue descomunal. La UCD tuvo por fin que posicionarse, desmintiendo los rumores y manifestándose a favor de la autonomía uniprovincial para Logroño.

Por otra parte y bajo los auspicios de la UCD, el 22 de Julio de 1978 se reunían en Monzón de Campos los diputados de UCD y PSOE de Castilla la Vieja y León, constituyendo formalmente el Consejo General de Castilla y León y eligiendo como presidente a Juan Manuel Reol Tejada. A la reunión no asistieron los diputados de León, Santander ni Logroño. Reol Tejada afirmaba tras la constitución del Consejo: «Hago un llamamiento a nuestros hermanos de León, Rioja y Santander. Sois dueños de vuestro destino, pero León y Castilla son imposibles de entender sin León, Logroño como origen de la Lengua y Santander como punto de partida.»

El 9 de Septiembre se reune la Coordinadora de Asociaciones Riojanas con el PSOE para impulsar la celebración de un «Día de La Rioja». En este sentido el representante de la Coordinadora ataca duramente al diputado socialista Cosculluela: «Su indecisión sobre si con Vascongadas o solos no nos la intente inculcar a los demás.» El enfrentamiento por las posiciones pro-vasquistas trasciende, y Cosculluela, preguntado por los periodistas, responde: «La Coordinadora ha mantenido una reunión con los socialistas absolutamente respetuosa y cordial, y ha sido correspondida en la misma forma.»

Finalmente el Comité Regional del PSOE aprueba la participación del partido en el «I Día de la Rioja», que se celebró el 8 de Octubre de 1978 en Nájera. Las asociaciones riojanas contaron con el inestimable apoyo del diario Nueva Rioja y con las subvenciones procedentes de la Diputación Provincial. Sin embargo, el ministro Clavero siguió afirmando: «No veo ahora una voluntad clara de que exista conciencia autonómica. Los acontecimientos últimos han demostrado que la cosa no está clara, y nos han dado la razón… es un tema que no siente el pueblo riojano.»

En Noviembre de 1978, Cosculluela y el PSOE riojano vuelven a posicionarse: «La Rioja tiene derecho a ser autonomía uniprovincial apoyada en comprobaciones, pero si ésta no es posible debe unirse al País Vasco-Navarro.»

El Día de la Rioja celebrado en Nájera tuvo un efecto importante a nivel simbólico: popularizó la bandera «cuatricolor», creada por un grupo de estudiantes, que se afianzaba poco a poco como bandera de la provincia. En Enero de 1979 un grupo de jarreros firmaba una instancia dirigida al Alcalde de Haro para que la bandera cuatricolor se izara en el Ayuntamiento. Fue el primer paso serio para su oficialización. En Febrero de 1979 la prensa provincial empezaba a considerar a la cuatricolor como bandera de los riojanos, pero fue un escrito de la «Asociación de Amigos de La Rioja», pidiendo al Presidente de la Diputación a mediados de Mayo de 1979 que la bandera cuatricolor ondeara en el Palacio de la Diputación, lo que precipitó el proceso de la oficialización y legalización. La Diputación Provincial convirtió la bandera oficial a la «cuatricolor» en solo un mes. En Agosto de 1979, la bandera cuatricolor ondeaba en el Palacio de la Diputación de Logroño.

El 4 de Octubre de 1979 el Ayuntamiento de Logroño en pleno tomó el acuerdo de comenzar el proceso autonómico por la vía del Art. 143. El periodo de seis meses para las consultas al resto de los Ayuntamientos de la provincia (o al menos los dos tercios que representasen como poco el 51% del censo electoral) se ponía en marcha.

Asimismo, la Diputación Provincial oficializó la celebración del «Día de La Rioja» en su segunda convocatoria, que tuvo lugar tres días después en la villa de Haro, el 7 de Octubre de 1979.

Las relaciones entre el Consejo General castellano-leonés y los representantes de La Rioja fueron escasas. Las reiteradas invitaciones a participar en el Consejo General de Castilla y León no recibieron respuesta por parte de los parlamentarios riojanos. A principios de Noviembre de 1979 los parlamentarios de Logroño respondieron a Reol Tejada por boca del diputado socialista Palomo Saavedra: «Rechazamos la invitación del Consejo General de Castilla y León. La Rioja ha iniciado ya su proceso autonómico en solitario.»

El 12 de Diciembre de 1979 ya se habían pronunciado el número de Ayuntamientos necesarios, que fueron todos menos uno. Apoyando la vía del Art. 143 se pronunciaron a favor 171 municipios, la del Art. 151, solo 1 municipio, y no queriendo autonomía otro municipio. Como el espectador de este vídeo puede comprobar por las respuestas, las preguntas fueron las siguientes:

1) ¿Aprueba el consistorio el acceso a la autonomía uniprovincial por el Art. 143 de la Constitución?

2) ¿Aprueba el consistorio el acceso a la autonomía uniprovincial por el Art. 151 de la Constitución?

3) ¿Rechaza el consistorio el acceso a la autonomía para la provincia?

En ningún momento se preguntó a los riojanos si querían estar en una autonomía con el resto de Castilla.

Finalmente, el 12 de Septiembre de 1980 el Congreso de los Diputados aprobaba, casi por sorpresa, la Proposición de Ley del Senado para que la provincia de Logroño pasara a denominarse provincia de La Rioja. Los parlamentarios de la UCD, entrevistados por TVE esa misma noche, mostraban su satisfacción por la aprobación. El 15 de Noviembre de 1980 era sancionada y promulgada la Ley sobre el cambio de nombre. En Marzo de 1980 se reunieron 4 representantes de los partidos riojanos (2 de UCD, Cosculluela del PSOE y 1 de CD) para acordar los mínimos a seguir en la redacción del Estatuto. Estas cuatro personas redactaron el Anteproyecto del Estatuto de Autonomía de La Rioja, y en Julio de 1980 daban por terminado su trabajo. Tras los trámites parlamentarios, el Estatuto de Autonomía de La Rioja se publicaba en el BOE de 19 de Julio de 1982.

Así fue como los políticos separaron a los riojanos de Castilla, pero no hay autonomías que puedan separar las almas y los sentimientos. Nuestros hermanos riojanos son y serán castellanos por historia y cultura, nada muere mientras se mantiene vivo en el corazón y en la memoria.