Comentario literario: El árbol solitario del páramo

Mediados de los años 80. Rafael, un escritor en plena crisis de creatividad, huye de la gran urbe, en busca de inspiración, y se retira a un pequeño pueblo al pie del inhóspito páramo burgalés. Pero lejos de encontrar su ansiada paz, un extraño acontecimiento involucrará al joven en un ancestral misterio que le marcará para siempre.

Éste podría ser un somero resumen de “El árbol solitario del páramo”, novela breve (unas 110 páginas) escrita por Rafael Sánchez-Grande Moreno y publicada este año que termina por la editorial burgalesa Dossoles. Que hoy día salga a la luz una novela breve, en plena moda de las obras extensas (no hay más que ver mucho de los best-sellers actuales), no deja de tener su mérito. Pero justo es recordar que algunos de los grandes libros de la literatura contemporánea son modestas novelas -en cuanto a tamaño-, que en los tiempos que corren habrían tenido una difícil salida editorial. Pero lejos de artificios para engrosarla, de interminables descripciones, de añadir paja, como se dice coloquialmente, “El árbol solitario del páramo” presenta un relato limpio, sencillo, sin artificios ni más pretensiones que atrapar al lector en su trama de misterio. Tampoco su temática ayudaría a convertirlo en un éxito de ventas actual; ¿publicar una novela donde no aparecen Santos Griales ni iluminatis, ni cadáveres hallados en la nieve de un bosque escandinavo, ni que sea un manual de erotismo femenino? ¿Una novela tan rural como es ésta?, ¡¡qué temeridad!!

Cubierta del libro

La idea le surgió al autor hace unos 30 años, cruzando los desolados pero a la vez bellos páramos del norte castellano, donde nuestra meseta corre al encuentro de la ya cercana cordillera cantábrica. Allí, en esas vastas y frías llanuras, cubiertas de brezos y otras plantas esteparias, se desarrolla esta historia de intriga. Estamos, pues, ante una novela castellana. En primer lugar, Castellana por el marco donde se desarrolla (la paramera de Burgos). En este sentido, la obra quiere ser un canto, un homenaje a un paisaje tan inhóspito pero a la vez hermoso, y no siempre valorado como corresponde, un medio duro, sin duda, pero al cual unas gentes no menos duras supieron sacar su provecho durante muchas generaciones. Gentes, que en este relato contemplan como sus campos y pueblos van quedándose vacíos, con impotencia y resignación, o como bien dice uno de los personajes de la obra:

El trabajo de generaciones y generaciones se perderá en pocos años. Cuando nosotros desaparezcamos, este lugar se quedará sin gente que lo habite”.

Y ésta es la segunda razón por la cual estamos ante una novela castellana, porque más allá de su historia de intriga y misterio, la obra retrata el abandono, la despoblación que azota numerosas comarcas, no sólo en Castilla, pero sobre todo en Castilla, la soledad a la que se ven abocadas los últimos supervivientes. Pero ante todo, su auténtico e invisible protagonista es el paso del tiempo, ese tirano que se empeña en borrarlo todo, en destruir lo que el hombre ha levantado con su esfuerzo. Y a pesar ello, hay cosas que se aferran a la tierra, que luchan por sobrevivir, que se empeñan en perdurar, como ese árbol solitario que da título al libro, o como bien explica el protagonista de la novela:

Puede, pensé, que haya cosas en este mundo que no estén atadas a la tiranía del tiempo, condenadas a desaparecer con el paso de los años, como lo estoy yo, lo estás tú o ese pueblo olvidado al pie del páramo. Puede que existan cosas mucho más fuertes, tan ancladas sobre el suelo, que ni la acción de los hombres ni la voracidad del tiempo podrán jamás borrar de la faz de la Tierra”.

El árbol solitario del páramo” ha sido publicado, como ya se ha dicho, por la editorial burgalesa Dossoles y se puede adquirir, o bien en las librerías o pidiéndola directamente a la propia editorial a través del siguiente enlace:

http://www.editorialdossoles.es/