Leyenda del Romancero Castellano
Barcelona 1941
Editorial Araluce
Los Infantes de Lara eran hijos de Gonzalo Gustioz (o Gustios) y Sancha Velázquez, mejor conocida como Doña Sancha. La historia gira en torno a una disputa familiar entre la familia de Lara y la familia de Ruy Velázquez y su hermana Doña Sancha. El motivo más destacable es el de la venganza, principal motor de la acción.
La exhibición de reliquias de los siete infantes de las leyendas y obras literarias ha sido, desde antiguo, empeño de varios monasterios, pues la vinculación con prestigiosos héroes (ya fueran reales o ficticios) proporcionaba a estos establecimientos eclesiásticos un aumento de los recursos económicos y los peregrinos atraídos por los mismos. Así, los pretendidos sarcófagos de los siete infantes de Lara se muestran en el Monasterio de San Millán de Suso, aunque los restos que pretenden ser los de los hermanos asesinados han sido disputados por otros monasterios, como el de San Pedro de Arlanza; también la iglesia de Santa María de Salas de los Infantes afirma guardar sus cabezas, y exhibió mucho tiempo siete cráneos que eran tenidos por los de los siete hermanos; por otro lado, en la Catedral de Burgos se dice que se halla el sepulcro de Mudarra. La disputa por la posesión de reliquias de célebres héroes, conocidos legendariamente, ha sido habitual desde la Edad Media hasta nuestros días.