La Ciudad del Medio Ambiente de Soria: crónica de una muerte anunciada

Recientemente el Tribunal Constitucional (TC) ha anulado la Ley de las Cortes de Castilla y León de 2007 (tramitada como urgente) en virtud de la cual se ponía en marcha el proyecto de ‘Ciudad del Medio Ambiente’ (en adelante CMA) en el paraje del Soto de Garray, provincia de Soria. El proyecto preveía la construcción de 800 chalés, un parque industrial, dos torres de oficinas y un centro hípico en 562 hectáreas junto al Duero que pretendía «ejemplificar una nueva manera de asentamiento habitacional en armonía con el medio ambiente». Según el proyecto se esperaba que en la CMA residieran más de 3.000 personas.

Proyecto de la Ciudad del Medio Ambiente de Soria. Fuente: Consorcio de la CMA

El Tribunal ha tumbado el proyecto por un defecto de forma, que es precisamente el hecho de aprobar el proyecto vía Ley de las Cortes en vez de seguir el procedimiento ordinario de información pública y alegaciones. La aprobación de la CMA vía Ley dejaba al margen a la sociedad civil y anulaba su participación en el resultado final, impidiendo a particulares y colectivos hacer alegaciones al proyecto, con lo que la Junta se aseguraba la puesta en marcha del mismo y la ausencia de turbulencias administrativas en el proceso, así como el hecho (previsible, dado que los terrenos del Soto de Garray son protegidos) de que organizaciones ecologistas llevaran a los Tribunales ordinarios el proyecto para paralizarlo. Sin embargo, el TC ha considerado (sin duda con buen criterio) que dejar al margen a la sociedad de un territorio y aprobar un proyecto unilateralmente no es admisible y agrede los derechos recogidos en la Constitución.

El análisis que se pretende hacer desde la Asociación Castilla es el siguiente: sin duda la CMA es (era) un proyecto interesante para Soria, vinculada a la importancia que tradicionalmente han tenido en la provincia el sector primario y la titulación de ingeniería técnica agrícola así como la realidad agronómica en general, lo que se ha querido aprovechar para transformar el concepto esterotipado del labrador o ganadero soriano tradicional en un hombre (más mítico aún) cuya máxima sea el respeto al medio ambiente, es decir, transformar la imagen de la provincia de Soria cambiando el concepto de territorio despoblado, estéril y que se cae a pedazos por el concepto de territorio puntero en respeto ambiental, con una armonía perfecta entre hombre y territorio, centro del desarrollo sostenible de España.

Recreación virtual en 3D de la Ciudad del Medio Ambiente de Soria

Este objetivo no es en sí mismo malo, al contrario, pero en tal caso desde la Asociación Castilla no entendemos lo siguiente:

  1. ¿Qué pintan los 800 chalés «ecológicos» en todo esto? Todo desarrollo residencial conlleva un aumento del precio del suelo, suelo que se pretendía vender a personas «muy ecológicas» generando unas cuantiosas plusvalías.

  2. ¿Era estrictamente necesario proyectar la CMA en el Soto de Garray? ¿Era estrictamente necesario hacerlo en un terreno medioambientalmente protegido y al lado de la ciudad celtíbera de Numancia? ¿No había más emplazamientos posibles en toda la provincia de Soria? Desde luego se trata de una agresión gratuita, ya que el propio concepto de la CMA (desarrollo sostenible, equilibrio ambiental) no exigía que se emplazara siquiera dentro del término municipal de Garray, ni siquiera en el de Soria.

  3. ¿Por qué no se profundizó más en el enfoque de investigación y los beneficios a nivel académico de la CMA? Lo lógico es que, en un proyecto de este tipo, uno de los objetivos fundamentales fuera situar a Soria como centro neurálgico en investigación ambiental, con un complejo de desarrollo tecnológico equipado donde colaboraran en estudios de innovación agronómica departamentos de distintas universidades españolas y los más prestigiosos docentes e investigadores del país. Eso sí hubiera generado un valor añadido para toda Soria y la hubiera situado como centro fundamental de la materia en España y Europa. En cambio se proyectan los 800 chalés y un parque industrial con dos torres de oficinas que, conociendo la realidad de la Castilla rural, previsiblemente no se iban a ocupar jamás.

  4. Por otra parte los terrenos del Soto de Garray (el área donde se ubican los edificios «estrella» de la CMA) está dentro de la zona inundable del río Duero según la Confederación, amén de ser zona con una importante colonia de cigüeñas. Una vez más no se entiende el emplazamiento de la CMA en estos terrenos.

Situación actual de las obras de la CMA en el Soto de Garray. Fuente: El País

Como idea, como proyecto, la CMA de Soria hubiera podido ser un muy buen proyecto si se hubiera planificado como se debería haber hecho, eliminando el factor de especulación urbanística que sobrevolaba el proyecto inicial, buscando otro emplazamiento que no estuviera protegido, cambiando el enfoque desde una visión industrial donde el medio ambiente no era más que un lema publicitario hacia otra donde la CMA fuera verdaderamente un polo de innovación tecnológica en agronomía, gestión de montes y estudios ambientales con una participación importante de la comunidad universitaria.

Esta sentencia del TC no ha venido sino a confirmar la sepultura de un proyecto que nació fracasado porque se planificó con criterios totalmente contrapuestos a la imagen publicitaria que se pensaba conseguir. Soria ha perdido con ello muchos puestos de trabajo y quizá un puesto de relevancia a nivel estatal (en una materia como es el medio ambiente y desarrollo sostenible), pero no por causa de esta sentencia sino por la concepción errónea y cortoplacista con que salió el proyecto inicial.

Desde la Asociación Castilla nos preguntamos: ¿Cuántas oportunidades malgastadas más habrán de pasar para que, alguna vez, quienes representan al pueblo castellano y a los sorianos en particular propongan una alternativa netamente positiva para Soria?

Asociación Socio-Cultural Castilla
Área de Medio Ambiente