Complementando a nuestra anterior entrada en la hicimos una breve reseña de la jornada, transcribimos a continuación las palabras dirigidas a los asistentes porparte de los participantes en el acto en la Colegiata.
Mensaje de nuestro Presidente, Ángel Valera:
Queridos socios y amigos:
A los nuestros les han caído sequías, granizos e inundaciones. El pasado año les quemaron los montes e incluso los pueblos. Ahora les llegan virus al ganado y plagas a las cosechas. Les destruyen embalses en nombre del progreso y les pasan por encima el cáncer de los especuladores. Hay una guerra declarada contra los nuestros. Hay una ofensiva total y absoluta para vaciar nuestros pueblos y hacer desaparecer definitivamente a esa España vaciada. Una España vaciada que tiene muchos nombres. Pero sobre todo tiene uno, que es el más significativo. Castilla. Por eso hablo de los nuestros. Porque ellos somos nosotros y nosotros somos ellos. Nadie como ellos para sentir, amar y defender la tierra que pisa; como también lo hacemos nosotros. Nadie como ellos para agarrarse con uñas, dientes y raíces a la tierra de la viven. Quién como ellos para ser un ejemplo para nosotros, que somos también los últimos castellanos con la suficiente dignidad y orgullo para seguir luchando por Castilla.
El círculo se va cerrando y todo lo que comenzó a perpetrarse en 1978 contra Castilla, va teniendo una explicación. No en vano, otro sería el presente si los 11 millones de castellanos del Norte y del Sur, tuviésemos una misma institución para hacer valer nuestra voz en esta España de la histeria nacionalista. ¡Ay si Castilla pudiese reclamar agravios auténticos, frente a quienes se lucraron en el régimen anterior y han continuado haciéndolo después en el presente, pasando por encima de los derechos de otras regiones más pobres y más leales!
A veces dan ganas de rendirse. De abandonar. De dejarlo todo. Particularmente cuando ni si quiera la mayoría de tus paisanos te comprende, fruto del aborregamiento de los medios de desinformación masiva o de una lealtad mal entendida. Cuando ese sentimiento os invada, pensad en quiénes os van a sustituir en esta lucha. Porque no habrá nadie más. Lo que no hagamos nosotros por nuestra tierra, nadie más lo hará. Si arrias la bandera, arriada quedará. Si damos la espalda a nuestra tierra, morirá en el silencio y en el abandono sin remedio. Pero nosotros no somos así. Somos castellanos y llevamos a Castilla grabada a fuego en nuestra alma.
Recordad que hemos pasado épocas peores en nuestra Historia. Pensad que en apenas 10 años, Castilla se liberó de sus enemigos y se lanzó a descubrir otras tierras al otro lado del Atlántico. La Historia nos enseña que nada está escrito excepto la palabra de Dios. Y a ese Dios imploramos auxilio como lo hiciera en su día el Buen Conde, que aquí reposa. Que él y nuestra Reina Isabel intercedan por nosotros. Que Dios bendiga a Castilla, a las Españas y a todos sus hijos. Amen.
Mensaje de nuestro Secretario General, José Manuel Sanz:
Queridos amigos,
Hoy nos reunimos aquí para homenajear al conde Fernán González. Normalmente suelo hacer la tradicional plegaria al conde, pero este año he optado por un alegato más prosaico. No voy a ahondar en lo que Castilla ha perdido desde la implantación del estado de las autonomías. Vengo a hablar de lo que puede aportar. En el año 2023, Castilla tiene más de 11 millones de habitantes, de los que 6,7 millones viven en Madrid. Los castellanos representamos más del 23% del total de la población española. En el ámbito económico, Castilla produce en torno al 60% del cereal de todo el país, así como concentra una parte importante de su PIB. A pesar de todo lo que hemos perdido, Castilla es hoy mucho más de lo que el conde Fernán González hubiera podido soñar.
El problema de la fragmentación que vivimos en España no tiene una solución sencilla, porque no hay ley que pueda mantener una unión en la que falta el amor. En nuestro país hemos perdido el amor, y eso no va a resolverse en un año, ni en una legislatura, tal vez siquiera en una generación. Como decía, Castilla es hoy mucho más de lo que el conde Fernán González hubiera podido soñar. Esta idea es clave, porque para recuperar el amor de otros es necesario primero estimarnos a nosotros mismos: trabajar en lo que Castilla es, en cómo mejorar nuestra tierra, hacerla más fuerte, más unida. Elevar los corazones castellanos, que dice el himno de Toledo, y ensanchar el espíritu, la fe, la esperanza y la determinación. Volver a ser, para ser mejores. Si el pueblo de Castilla consigue llegar ahí, será imparable.
Tal vez en ese momento la animadversión de otros se torne en una mezcla de respeto, temor y admiración, y podamos volver a ejercer de región vertebradora de España en condiciones de igualdad. Para ello, primero debemos mirar en nosotros mismos, unirnos y marcar un rumbo, porque la gente sigue al navegante que sabe adónde va, como puso de manifiesto Juan Sebastián Elcano. Termino repitiendo una idea que he avanzado antes: construyamos el futuro de Castilla, porque Castilla es hoy mucho más de lo que el conde Fernán González hubiera podido soñar.
¡Viva Castilla!
Musicación del Poema de Juan Carlos García Hoyuelos, Resiste, de su libro La Bandera Arriada, recitado por nuestro socio J. Ignacio Martínez:
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