Jornada de San Millán 2021. Visita a El Pardo

Recuperadas las actividades presenciales de la asociación en estos tiempos especiales en los que vivimos actualmente, el pasado 27 de celebramos nuestra tradicional comida de confraternización de San Millán, patrón de Castilla. Nuestra costumbre viene siendo tomar un sábado próximo a la festividad , 12 de noviembre, elegir una localidad céntrica de nuestra tierra (típicamente en la provincia de Madrid) con interés patrimonial, hacer una pequeña visita y celebrar dicha  comida seguida de una asamblea de socios.

Palacio de El Pardo
Palacio de El Pardo

Actualmente El Pardo es un barrio de la Villa de Madrid, pero desconectado de su núcleo urbano. Su municipio fue anexionado en 1950 dentro del proceso de crecimiento de la capital. El Monte de El Pardo es el bosque mediterráneo más importante de la provincia de Madrid y uno de los mejores conservados de Europa. Ya hemos hablado en varias ocasiones del atractivo cinegético del mismo y su anecdótica influencia en la convocatoria de cortes castellanas en la Edad Media en las cercanías y es que, hablar de El Pardo es hablar tanto del Monte como del Palacio Real que alberga la localidad. Efectivamente, Enrique III de Tratámara (abuelo de Isabel la Católica), mandó edificar allí una quinta de caza  en 1405. Sobre la misma, su hijo Enrique IV ordenó la construcción del primer castillo. Posteriormente, Carlos I de Habsburgo (1547) edifica el PEl alacio propiamente, conservando apenas unas torres de la edificación anterior.

 

A partir de entonces, el Palacio Real, concebido como residencia de verano de los reyes de España es testigo de la Historia de nuestro país, siendo consecutivamente utilizada tanto por los reyes Habsburgo como por los Borbones. Justamente en esta última dinastía se alterna la preferencia entre este palacio y otros, como el de la Granja, cobrando o bajando de importancia, por tanto, en el devenir de los siglos. Esto se manifiesta en su decoración: más rica derivada en tiempos de aprecio  o más de segundo orden en otros.

Jardines Palacio de El Pardo
Jardines Palacio de El Pardo

El recorrido por el Palacio recuerda, inevitablemente a las estancias del Palacio de la Granja o incluso del Monasterio del Escorial. En la decoración, lo más significativo, por supuesto, serían las aportaciones del genial Goya cuando trabajaba en la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara (1775 al 1792).

 

Pero además del uso de la casa real en cada época como residencia de verano, el Palacio es conocido como la residencia de dos jefes de Estado consecutivos del siglo XX, el Presidente de la II República Manuel Azaña y el General Franco. Nuevamene, el Palacio de El Pardo, escenario de nuestra Historia.

 

Pendón de Castilla y al fondo la entrada principal del Palacio de El Pardo
Pendón de Castilla y al fondo,  la entrada principal del Palacio de El Pardo

Como sabemos, actualmente, el Palacio de El Pardo se ofrece como residencia a los jefes de estado extranjeros que visitan nuestro pais al tiempo que es utilizado para recepciones diplomáticas en las que participan SS.MM. los Reyes. Parte de esas estancias son visitables y resulta muy interesante y curioso estar en los mismos sitios que vemos en la televisión en los grandes actos, sus salas de servicio o, más todavía, observar algunas de las estancias que se destinan a ilustres visitantes. Visitantes que se convierten en usuarios de muebles isabelinos o alfonsinos, perfectamente cuidados, que combinan con elementos modernos tales como televisores de plasma, ordenadores portátiles sobre los escritorios, etc. Auntenticas habitaciones, comedores y salones propios de suits de superlujo. Por cierto, nos contaron que los servicios de cocina para los mandatarios visitantes los proporciona el Hotel Ritz…

Por desgracia, no está permitido hacer fotos dentro del Palacio, por eso compartimos aquí sólamente fotos del exterior.

Y tras la comida y la asamblea de sobremsa, para finalizar la jornada, subimos hasta la Iglesia de El Pardo, donde se encuentra la imagen del Cristo del mismo nombre, que une a su enorme valor artísitico una gran tradición devocional.

Foto: Creative Commons tomada de Wikipedia