Otro año más: crónica de Covarrubias 2015

Sepulcro del conde Fernán González
El pasado mes de septiembre tuvo lugar el tradicional acto de homenaje que la Asociación rinde al conde Fernán González anualmente en la villa de burgalesa de Covarrubias. El acto central del año, que contó con la participación de socios venidos de diferentes puntos de Castilla, se caracterizó por ser solemne, emotivo y breve, como es en sí el alma de las gentes de nuestra tierra.

Se inició a las 10:30, con el encuentro de los asistentes a las puertas de la colegiata, entrando al interior y dando comienzo al acto. Tras disponer los pendones de Castilla junto al atril y alrededor del presbiterio, y oficiando de maestro de ceremonias nuestro Tesorero Javier de Miguel tomó la palabra en primer lugar el Presidente de la Asociación, Ángel Valera, que destacó el carácter espiritual de la celebración y la conexión que nos une a todos a nuestros antepasados, reconfortando nuestra fuerza para seguir luchando por Castilla. Acto seguido fue el turno del Secretario de la Asociación, José Manuel Sanz, que hizo especial incapié entre los vivos y los eternos, en clara referencia al Buen Conde, y señalando el carácter guerrero de la Asociación, a quien definió como “una familia que batalla”. También tomaron la palabra los dos vocales de la Junta, por Castilla la Vieja y por Castilla la Nueva, que cerraron las intervenciones.

Tras las palabras de los miembros de la Junta se procedió a realizar la ofrenda floral y la Rendición de Pendones ante el sepulcro del conde Fernán González. La ofrenda floral corrió a cargo de Vicente Hernández, vocal por Castilla la Nueva, quien depositó un centro de flores junto al sepulcro del conde. Acto seguido todos los caballeros presentes tomaron los paños de Castilla, se acercaron al presbiterio y rodilla en tierra alrededor del sepulcro rindieron sus pendones ante el cuerpo del conde, padre de la tierra castellana, en homenaje a su obra. Con ello se puso fin al acto en la colegiata.

Tras la salida del templo se dio comienzo a la marcha a pie hasta el monasterio de San Pedro de Arlanza, una de las cunas de la identidad de Castilla, cubriéndose en agradable conversación los 7,5 km que separan la villa del monasterio. Tras el regreso a Covarrubias tuvo lugar la tradicional comida de hermandad entre todos los asistentes, donde se brindó por Castilla y con lo que se puso fin a la jornada.

Algunos de los asistentes al acto en el monasterio de San Pedro de Arlanza