Visita a Madrigal de las Altas Torres

El pasado 10 de Marzo, la asociación visitó la hermosa villa de Madrigal de las Altas Torres, en Ávila, cuna de la Reina Isabel I de Castilla, personaje fundamental en nuestra Historia y a la que el castellanismo profesa una gran consideración y aprecio.

Aún siendo una pequeña localidad en la actualidad, el patrimonio artístico e histórico que encierran sus murallas es considerable. Murallas cuyo recorrido es obligado para el visitante, no en vano sus torreones dan nombre a la villa…

 

Por supuesto, el edificio más significativo y emblemático es el Palacio de Juan II (padre de la reina Isabel) cedido por el biznieto de éste, Carlos de Habsburgo a las monjas agustinas como convento de clausura, convirtiéndose en el actual Convento de Na. Sa. de Gracia . Cuando decimos palacio en Castilla, ya sabemos que aludimos a su función de vivienda de un monarca, pues la austeridad y sobriedad es carta de naturaleza de todo lo castellano.

 

(Al fondo, torre de la Iglesia de San Nicolás de Bari)

Aún siendo monasterio de clausura, las madres agustinas ofrecen una visita guiada (excluyendo iglesia y dependencias propias del convento) que es un auténtico paseo por el siglo XV y XVI. Uno se emociona con el simple hecho de pisar el mismo suelo donde la reina convocaba las Cortes de Castilla, estar en el salón de recepción de embajadores o ver las mismísimas sillas que los Reyes Católicos utilizaban cuando escuchaban misa en la dependencia adjunta a la capilla. Ni que decir tiene de la visita a su alcoba, conservándose mobiliario de la época, o de la contemplación del original archifamosísimo retrato de los RR.CC. que todos conocimos en nuestros libros de primaria…

(Iglesia de Santa María del Castillo)

Igualmente significativa es la Iglesia de San Nicolás de Bari, repleta de auténticas joyas de arte sacro y con un artesonado sencillamente espectacular. Nuevamente provoca emoción contemplar en una capillita del fondo, la pila bautismal donde fue bautizada (nacida a la fé, según reza la placa) nuestra Isabel de Trastámara. Por otra parte, de los trabajos de restauración realizados en la propia iglesia (coro, etc) damos testimonio de que son merecedores del premio recibido.

(Pendón de Castilla ondeando al pie de unas de las puertas de la muralla)

No pretendemos enumerar aquí todo lo que esta villa ofrece al visitante amante de su tierra, pero no debemos dejar de mencionar la visita guiada de una bodega de época. Inicialmente propiedad de los monjes del monasterio y actualmente de titularidad municipal. Durante la misma, se nos relató la vocación secular vitivinicultora de la villa y cómo el amor por la tradición les ha llevado ha elaborar a día de hoy un excelente vino con Denominación de Origen a partir de las vides centenarias sobrevivientes de la gran epidemia de filoxera que sufrió España en siglo XIX, dando continuidad al afamado en su época “vino de los reyes”. Por su puesto que no abandonamos la localidad sin hacer acopio de varias botellas del mismo (¡damos fé de su calidad!).

(Foto publicada con la autorización de su autor y facilitada por la Oficina de Turismo de Madrigal de las Altas Torres)

Despedimos esta breve reseña de tan especial jornada no sin agradecer a la villa su amabilidad y hospitalidad, especialmente de parte de los miembros del consistorio con los que tuvimos trato así como del personal de la Oficina de Turismo y Guías Informativas de la Iglesia de San Nicolás y a la hermana agustina que tan excelente y didáctico recorrido nos ofreció por el Palacio de Juan II.

Como muestra, mencionar el obsequio que se nos hizo de este interesantísimo ejemplar de Julio Valdeón que incorporaremos a nuestra biblioteca física:

(Sociedad y Economía en Tiempos de Isabel la Católica)