Preguntas frecuentes

PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE CASTILLA Y LA ASOCIACIÓN

1-¿Qué es eso de una Castilla unida?

Una Castilla unida es lo que nosotros defendemos: las catorce provincias que hasta principios de los años 80 formaban las regiones de Castilla La Nueva y Castilla La Vieja. Estamos convencidos de que es la mejor solución para una región histórica injustamente tratada, para su población que se merece sentirse orgullosa de pertenecer a una tierra con una riqueza cultural colosal y para el conjunto de España, que sin una Castilla unida, reconocida y respetada se desmoronará ante cualquier tribulación.

2-¿Tiene sentido Castilla hoy?

Sí. Castilla es una necesidad dentro del Estado como elemento vertebrador ante el desigual peso político y económico que en la actualidad tienen las regiones del interior frente a las periféricas. Castilla también es la última oportunidad que tienen once millones de hombres y mujeres que día a día ven cómo se diluyen sus señas de identidad en este mundo globalizado. Y es que si no renunciamos a la cultura autóctona frente a otros elementos ajenos garantizaremos nuestra supervivencia como Pueblo. Algo que sólo se puede alcanzar mediante un elemento aglutinador como es Castilla, capaz de atesorar todo aquello que hemos sido y no queremos dejar de ser.

3-¿Para qué ser castellanos si ya somos españoles?

España es un gran país formado por diversos pueblos que guardan un común denominador y que a la vez tienen sus rasgos culturales diferenciados. Precisamente el mayor atractivo de España es esa riqueza de culturas e identidades. Uno de los pueblos hispánicos es el castellano, que habita en una región con un pasado histórico jalonado de hechos gloriosos que efectivamente sirvieron para que España se constituyera como una gran nación, pero que en ningún caso debió perder su identidad y su consciencia de sí mismo. Si eso ocurriera, o si terminara de consumarse, Castilla desaparecería pero España quedaría coja o incompleta, sin su histórica columna vertebral. La respuesta es: somos españoles porque somos castellanos.

4-¿Qué queréis para Castilla, que sea una comunidad autónoma?

El estatus político de la región castellana debería ser el mismo que el del resto de regiones históricas españolas, esto es, el que en el momento histórico de la reunificación esté vigente en España. En la actualidad es la Comunidad Autónoma, en el futuro podrá ser el mismo o modificarse, bien sea a un régimen federal, bien sea a un régimen más centralizado. Castilla debe tener el mismo reconocimiento institucional que el tiempo político otorgue al resto de regiones. El conjunto de las provincias catellanas deben formar en todo caso una unidad administrativa acorde a la organización que se quiera plantear dentro del país.

5-¿No sería Castilla una región demasiado grande, de modo que los servicios prestados al ciudadano podrían empeorar?

La calidad de los servicios que la Administración presta al ciudadano viene dada por el binomio compuesto por un presupuesto capaz de cubrir dichas necesidades y una buena gestión del mismo por parte de los responsables en cada materia.

En la actualidad existen cinco parlamentos con sus respectivos presupuestos autonómicos, consecuencia de la fatídica división de Castilla. En su lugar, un parlamento castellano que representara a nuestras catorce provincias de forma íntegra podría destinar el importante ahorro resultante de suprimir el gigantesco dispendio autonómico y la nefasta falta de coordinación entre provincias castellanas a mejorar los servicios que como entidad regional le correspondería prestar a sus ciudadanos.

Incremento en la cuantía presupuestaria y coordinación en las políticas territoriales «desde Santander hasta Puertollano», junto con la mejora y optimización de los servicios municipales y comarcales, son sólo algunos factores cargados de sensatez que garantizarían un mejor servicio para los ciudadanos castellanos frente al insostenible sistema de comunidades autónomas que padecemos.

6-¿Qué pensáis hacer con las provincias y comarcas en Castilla, es decir, cómo se estructuraría territorialmente?

Ésta es una pregunta que debería dirigirse a un partido político en vez de a una asociación cultural. No obstante, lo que tenemos claro es que la división de Castilla en cinco comunidades autónomas es calamitosa, que hay que acabar con ellas y con sus respectivos parlamentos y cargos políticos que sólo velan por sus propios intereses, no por los de los castellanos, creando en su lugar una entidad político-administrativa castellana que englobe a las catorce provincias. Consideramos que con el ahorro que se conseguiría con la derogación de las cinco CCAA se podrían implementar políticas tendentes a la estructuración y coordinación de las catorce provincias, en beneficio de todos sus habitantes, que al mismo tiempo se verían amparados y vinculados emocionalmente con Castilla, de la que nunca debieron haber sido alejados. Tenemos serias dudas asimismo de la conveniencia de la existencia de las Diputaciones provinciales, en gran medida un invento propio del liberalismo decimonónico que no aporta gran cosa a los ciudadanos si se dota de mayores presupuestos y servicios a los ayuntamientos y a las comarcas, estas últimas sobre todo en el medio rural.

7-¿No os parece que culturalmente un cántabro y ciudadrealeño, por ejemplo, tienen pocos aspectos culturales en común para estar en una misma región?

La principal riqueza de Castilla es su diversidad. Somos la región española de mayor tamaño tanto por superficie como por población, y aun así, las diferencias culturales son mucho menores que las existentes entre el norte y sur de otras de menor tamaño como Navarra o Valencia.
La historia de Castilla es la de la suma e integración de villas, comarcas, provincias… en un proyecto común donde unidad y diversidad siempre han ido de la mano.

8-¿En qué me beneficia a mí una Castilla unida?

Económicamente una Castilla unida reportaría grandes beneficios porque, por un lado, implicaría el desmantelamiento de cinco estructuras autonómicas, con sus correspondientes cargos políticos, elegidos o nombrados a dedo, con el ahorro que ello implica, así como una mejor estructuración del territorio central español comprendido entre Puertollano y Santander, puesto que se crearía un eje norte-sur que coordinaría el desarrollo industrial de las catorce provincias y su exportación por el puerto de Santander. Por otro lado se descongestionaría Madrid y su área metropolitana, repartiendo recursos, infraestructuras y población (que la provincia de Madrid ya no es capaz de albergar con un mínimo de lógica) entre las provincias vecinas y otras más alejadas situadas en todos los ejes de comunicación que une Castilla con las regiones periféricas de la Península, lo que paliaría en buena medida el problema de la despoblación y el envejecimiento de amplias zonas rurales. Pero aparte del tema económico, el hombre debe encontrar respuestas a sus inquietudes espirituales e identitarias y estrechar los lazos que le unen a su entorno social, para ser un hombre socializado e íntegro y no un mero individuo consumista, desarriagado y manipulable, y en ese sentido una Castilla unida supondría un verdadero orgullo para todos su habitantes, que se verían arraigados a su tierra, conocerían los hechos heroicos y la cultura de sus antepasados y amarían indefectiblemente ese legado común.

9-¿Es la ASCCAS una organización nacionalista?

No, es castellanista: abogamos por una Castilla unida y defendemos la historia, cultura e idiosincrasia castellana como parte del conjunto de España.

10-¿Qué significaría una Castilla unida dentro del conjunto de España?

De los muchos aspectos positivos asociados a la consecución de la unidad de Castilla para el conjunto de España destacamos tres: progreso económico, equilibrio territorial e identidad. El progreso económico castellano resultante de la puesta en marcha de políticas planificadas y coordinadas para tal fin en el conjunto de nuestra amplia y diversa región repercutiría en un aumento de la riqueza (PIB) en el conjunto de España. Actualmente la separación de elementos tan esenciales como las grandes zonas agrícolas en el norte y sur de la región, un núcleo urbano e industrial tan importante como la provincia de Madrid o el puerto natural para la exportación de nuestras mercancías por mar como es Santander, por poner sólo tres ejemplos, son un lastre que dificulta el crecimiento económico de Castilla. Por lo tanto es evidente que el desarrollo económico de una Castilla unida, sin la división autonómica que padecemos, fortalecería al conjunto de España. En cuanto al equilibrio territorial, una Castilla unida sería la primera región por población y peso político, además de la primera economía en el conjunto de España. Ello produciría un reequilibrio socioeconómico entre regiones, donde las periféricas dejarían de ejercer la actual presión para alcanzar sus objetivos financieros, en algunos casos con características de chantaje al conjunto del Estado, pero siendo especialmente las olvidadas regiones del interior, entre las que nos encontramos, las que lo sufren. España quedaría mucho mejor estructurada.

Por último, una Castilla unida fortalecería el arraigo de sus ciudadanos hacia unas señas de identidad que en la actualidad están en claro retroceso. Ello repercutiría en el conjunto de España demostrando al resto de regiones la compatibilidad entre el natural sentimiento de amor a la tierra de nuestros ancestros (que es la más cercana y la que nos da nuestro particular carácter) y la hermandad de pueblos que llamamos España.

11-¿Cómo es el pendón de Castilla?

La bandera de Castilla es roja, con un castillo de oro de tres torres. Es un hecho, una evidencia histórica que racionalmente no se puede negar, que el color emblemático de Castilla y de su Reino fue siempre el rojo carmesí. Numerosos testimonios de nuestro patrimonio monumental y artístico, así como diversas procesiones, así lo atestiguan.

PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE TERRITORIALIDAD

1-¿Es Madrid Castilla?

Sí. Aunque Madrid es una gran ciudad con muchos rascacielos y manifestaciones culturales variopintas, tiene unas tradiciones propias netamente castellanas que se traducen en el folclore, su evolución histórica, la interrelación con las zonas rurales colindantes y las relaciones comerciales, culturales e históricas muy estrechas con todas las capitales de provincia castellanas circundantes. Madrid es Castilla desde que el rey Alfonso VI de Castilla reconquistó la ciudad en 1083, sin olvidar el Fuero que el rey Alfonso VIII otorgó a la Villa de Madrid en 1202 que regulaba las normas, usos y costumbres de sus habitantes y de las tierras de su dominio, como cualquier otra ciudad castellana. ¿Dirías por ejemplo que Barcelona, por ser una ciudad muy grande y cosmopolita, es algo distinto de Cataluña? No, ¿verdad?. Pues en Madrid pasa lo mismo con Castilla, su región natural.

2-¿Es La Rioja Castilla?

Sí. El territorio que hoy en día ocupa La Rioja fue definitivamente reconquistado para los reinos cristianos en el siglo XI y el rey Alfonso VI lo incorporó al Reino de Castilla en 1076. Desde entonces ha sido siempre castellano, y su denominación, no muy afortunada, procede de la antigua comarca del río Oja, o Rioja Alta, que constituía, junto con la merindad de Logroño o Rioja Baja, un tipo de régimen administrativo llamado merindades, muy extendido por todo el norte de Castilla. Hasta la creación de las provincias actuales en 1833, cuando se creó la provincia de Logroño, ésta se repartía entre Burgos (Rioja Alta) y Soria (Rioja Baja y Cameros). Si a esto añadimos que en esta hermosa tierra se conservan unas de las primeras manifestaciones escritas en lengua castellana en el monasterio de San Millán de la Cogolla, y que San Millán es el patrón de Castilla, ¿dudas ahora de que La Rioja sea Castilla?

3- ¿Es Cantabria Castilla?

Sí. La actual Cantabria, llamada tradicionalmente La Montaña y que desde 1833 se corresponde a la provincia de Santander, desgajada de la de Burgos, no sólo es Castilla, sino que forma parte de su origen y génesis. La primigenia Castilla, así conocida desde mediados del siglo IX, tomó conciencia de sí misma a ambos lados de la cordillera, al norte hasta el mar y al sur en las Merindades burgalesas. En esta región la lengua castellana empezó a formarse como dialecto propio y sus gentes se forjaron como un nuevo pueblo, el castellano. Cantabria, como todo el norte de Castilla, estaba dividida en merindades: las Asturias de Santillana, Liébana, tan ligada al condado de Saldaña-Carrión, el Campoo y la Merindad de Castilla Vieja, que comprendía la Trasmiera y las Merindades de Burgos. ¿A que está claro que Cantabria es Castilla desde el principio? Y no sólo eso, sino que además ha sido el puerto natural de Castilla, desde donde el reino exportaba los productos de la Meseta, principalmente la lana, que contribuyó a su riqueza. Hoy en día Cantabria se merece un mayor reconocimiento y debería ocupar el lugar que le corresponde: el puerto de Castilla que complementa y da salida en un claro eje norte-sur a la industria propia y a los potentes focos industriales castellanos de Madrid, Valladolid y Palencia.

4-¿Es La Mancha Castilla?

Sí. Y para justificarlo, respondamos antes a «¿qué es La Mancha?». La Mancha es la comarca más extensa de Castilla, reconquistada definitivamente al invasor musulmán a finales del siglo XII por el rey castellano Alfonso VIII, y que actualmente se reparte entre las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo. En cualquier caso es un territorio que desde hace más de ochocientos años se encuadra en el ámbito geográfico, social, económico, lingüístico y cultural de Castilla. Hay personas que alegan la no castellanidad de La Mancha por haber sido ésta repoblada por las órdenes militares, a diferencia de las tierras de más al norte, lo cual es falso, pues existieron Comunidades de Villa y Tierra (Ciudad Real, Alarcón, Iniesta, Jorquera y Alcaraz), que dependían directamente del poder real, como ocurría con la parte central de Castilla, entre el Duero y el Tajo, y en todo caso las órdenes militares fueron una forma de administración del territorio que se consideró adecuado para las circunstancias de la época y que no es razón suficiente para negarle su carácter castellano. Aunque sin duda los manchegos tienen sus peculiaridades, también las tienen los alcarreños, los riojanos, los montañeses o los de Tierra de Campos, sin que ello oculte sus troncales rasgos culturales comunes que los identifican como castellanos.

5-¿Es Requena-Utiel Castilla?

Sí. Esta comarca, aunque depende administrativamente de Valencia por Real Decreto de 1851, siempre ha sido y sigue siendo castellana por origen, tradición y por el deseo de sus habitantes, que celosamente durante estos 150 años han sabido conservar su lengua, el castellano, y sus costumbres, a pesar de la reciente deriva catalanista del gobierno de la Generalidad Valenciana, que quiere obligarles a la fuerza a renunciar a su legado cultural. La Tierra de Requena formaba parte de esa Castilla de realengo y de derecho consuetudinario en la que sus villas sólo tenía que dar cuentas al rey y las decisiones se tomaban en concejo abierto basándose en las leyes tradicionales, y por ese motivo le es otorgado por Alfonso X a Requena su Fuero en 1257 tras haber sido integrado el territorio en el espacio político y cultural castellano en el marco de la Reconquista, fuero que deriva del de Cuenca. En 1851 el Gobierno obligó a que Utiel-Requena, la comarca más rica de la provincia de Cuenca, pasara a Valencia, pero ya va siendo hora de la reintegración de la comarca al espacio político de Castilla.

6- ¿Es el condado de Treviño Castilla?

Sin duda. Treviño ha formado parte de Castilla ininterrumpidamente desde 1200, año en que el rey castellano Alfonso VIII derrotó a Sancho VI de Navarra, es decir, hace más de ocho siglos. En el siglo XV Treviño se convirtió en condado por decisión de los reyes de la Corona de Castilla y quedó vinculado al ducado de Nájera (Logroño). Sin embargo, desde comienzos del siglo XXI hasta nuestros días se está experimentando un interesado y artificial aumento de población de probable origen vasco que ya alcanza el 50% del censo, y que está transformando de forma evidente la composición política de los municipios, con la irrupción de partidos como EH-Bildu y PNV. Además, se está sometiendo a la población treviñesa en edad escolar a una inmersión en una lengua y cultura ajena, como es la vasca. Esta evolución demográfica y política ha devenido en la apertura del debate sobre si el condado burgalés de Treviño debe pasar a formar parte de la comunidad autónoma del País Vasco, hecho que evidentemente no compartimos por ser contrario a nuestra historia y al sentido común, y nos posicionamos contra los intereses expansionistas y colonizadores llevados a cabo por el gobierno vasco. Se aduce por parte de algunos que las razones de tal pretensión son «prácticas», por la «lejanía de Burgos» y la falta de servicios, pero creemos que desde la cercana Miranda de Ebro, capital de la comarca, se pueden dar esos servicios, por lo que dicha justificación carece de fundamento.

7-¿Son León, Zamora y Salamanca Castilla?

No. En sus inicios, Castilla fue un condado fronterizo del Reino de León desde su nacimiento en el siglo IX, aunque con gran autonomía política, situación de pertenencia «nominal» que se prolongará hasta 1065, año en que Castilla es elevada a la categoría de reino independiente. Cuando en 1065 accede al trono de Castilla Sancho II como primer rey castellano de la Historia, Castilla ya había desarrollado un sistema jurídico-político propio, basado en el derecho consuetudinario (concejo abierto), y un sentimiento de identidad que la diferenciaba claramente del Reino de León. Posteriormente, y aunque en algunos periodos de los siglos sucesivos los dos reinos fueron regidos por un solo rey (una sola corona), mientras que en otros cada reino tenía su rey y su corte, mantuvieron sus sistemas socio-políticos distintos, basándose el de León en el Fuero Juzgo heredado de los visigodos, frente a lo que ocurría en Castilla, donde se desarrollaban las Comunidades de Villa y Tierra y las Merindades, sucesoras de los concejos abiertos. Esta diferenciación crucial se mantuvo a lo largo de toda la Edad Media, lo que dotó a ambas regiones de características propias que las identificaban claramente. La división fronteriza entre ambas regiones también ha sufrido variaciones en la Historia, pero por mayor claridad asumimos la actual división provincial, de modo que Salamanca, Zamora y León constituyen la vecina región leonesa, y por tanto no son Castilla.

8-¿Son Extremadura, Murcia y Andalucía Castilla?

No. Se trata de tres regiones españolas vecinas de Castilla, con la que tuvieron estrechos lazos históricos durante su formación, pero que han fraguado desde hace siglos unas identidades reconocibles perfectamente diferenciadas de la castellana. Extremadura se conformó como región con derecho a voto en Cortes en el siglo XVII, fruto de la unión de la Extremadura Leonesa y algunas comarcas suroccidentales de la Extremadura Castellana (de ahí su nombre), adquiriendo desde entonces una idiosincrasia que la distingue tanto de León como de Castilla. Murcia es una región con un fuerte carácter influenciado por las relaciones con sus regiones vecinas y que destacó por obtener el favor del rey de Castilla para la consecución de ciertas libertades propias, y Andalucía, reconquistada entre los siglos XIII y XV por los reyes de la Corona de Castilla y de León, repoblada parcialmente por gentes del norte de la Península, conservó desde el principio una administración propia (reinos cristianos de Sevilla, Córdoba y Jaén, que se unieron formando Andalucía, y el reino cristiano de Granada que se unió a aquélla bastante tardíamente), y de la que poco cabe argumentar sobre sus claras y específicas manifestaciones culturales y sociales, muy diferentes a las del resto de España. Lo de «Castilla la Novísima» que esgrimen algunos es un término inventado por Menéndez Pelayo en el siglo XIX y que no compartimos.